martes, 1 de junio de 2010

El maná de los oportunistas



Análisis de propaganda….




Si bien es verdad que un requisito para estar informadas es mantener una actitud activa, no es menos real que a veces, para ver este tipo de propaganda, la actitud debe ser, también activa, para mirar a otro lado.
A mi, que no me había enterado de esta situación tan bizarra, me causa rubor pensar que haya gente capaz de gastarse un dineral, que cuesta una campaña, tan sólo en trasladar una idea tan vaga como la existencia o no de Dios.
En primer lugar, consideremos la entelequia que supone afirmar que algo no existe… Entonces no lo menciones, ignóralo. Pero sobre todo, no gastes un dinero absurdo en promocionar que lo que no es, no es… A no ser, que escondas la intención de proponer a un grupo de personas que lo de Sodoma y Gomorra es un cuento como el “hombre del saco”, con la intención de descargar las presiones morales en torno a las actitudes consumistas y hedonista, de cara a favorecer el desarrollo interesado de actitudes en un sector de la población.
Ya, pero entonces estaríamos hablando de publicidad indirecta. Lo cual, tal vez no esté tan alejado de la realidad. El slogan del Bus-Ateo se vende como un anuncio publicitario y se paga por una asociación que actúa con mimetismo de otra serie de iniciativas de los laicos protestantes de Reino Unido y Estados Unidos, basándose en la libertad de expresión y utilizando un adverbio eufemístico para evitar querellas y prohibiciones. Pero si ,como dicen, no quieren ofender, ¿por qué eligen un autobús cuya ruta pasa por la sede de la Conferencia Episcopal?
Aun más rocambolesco - de película de Esteso y Pajares - me parece que un párroco evangelista proponga una campaña en Fuenlabrada y se dedique a hacer lo mismo para contrarrestar preventivamente el calado del mensaje laico. El punto más chistoso lo pone la circunstancia de que la ausencia de tilde pueda reforzar el mensaje del bus ateo.
Sin embargo, lo que de verdad está de fondo es la intencionalidad de ganar adeptos para la causa, en la que se pierde el respeto, en ambos casos, al receptor del mensaje, ya sea cristiano, ateo o musulmán. De momento hay dos grupos de gente que no sólo se preocupan de promulgar su creencia o ausencia de ella, sino que intentan generar en el resto un posicionamiento para ganar fuerza.
En este sentido la Conferencia Episcopal acusa de ofensivo el mensaje de AMAL, lo cual no deja de ser valiente en alguien que dedica su vida a defender que quien no cree en Dios será juzgado. Acaso no es eso una ofensa a las personas que reciben dicho mensaje y a su capacidad de decisión, así como a los niños y niñas que reciben una educación cristiana por derecho de sus progenitores.
Sin embargo parece que no debe ser tan ofensivo que, si alguien utiliza su libertad de elección para decidir si quiere arruinar su vida y la de una criatura u optar por la alternativa del aborto, tenga que aguantar que se le llame asesina, a través de campañas propagandísticas.
La propaganda es partidista y tiende a la ofensa de quien se da por aludido, lo cual también es lícito en muchos casos, pero es verdad que el poder legislativo y/o judicial, debería hacerse eco de situaciones de indefensión y controlar algunos mensajes propagandísticos destinados a difamar a colectivos, como en el caso de la propaganda que en los últimos meses equipara el movimiento feminista con el nazismo a través de simbología pangermanista y juegos de palabras (“feminazis”), dando explicaciones muy alejadas de la ideología igualitaria que proponen absolutamente todas sus facciones, ya sea el feminismo de la diferencia, de la igualdad o incluso el radical… Este tipo de propaganda no sólo insulta y denigra, sino que miente, con la intención de generar una animadversión contra los grupos feministas y la liberación de la mujer, en vez de proponer su propia teoría acerca del asunto.
Pero, volviendo al asunto de inicio, creo que una actitud activa ante este tipo de información es la “desatención”. Esta idea de no hacer mucho caso e ignorar deliberadamente este tipo de mensajes interesados, que proponen que “estar conmigo es la opción verdadera”, a saber en función de que intereses económicos y/o estructurales, es una alternativa inteligente para que se cansen y utilicen los recursos en fines más agradables, porque resulta que la denuncia es utilizada por los oportunistas para generar opinión pública y rebatida por otros oportunistas para forzar cuotas de poder, todo ello a través de los medios de comunicación…
Los medios y sus “dueños” utilizan este tipo de cuestiones, aparentemente inofensivas, para captar la atención de los receptores y lanzar otro tipo de mensajes de forma lateral, que calan de manera semi-consciente en el sistema de valores de las personas (educación informal).
Así ,si como consecuencia de esta aparentemente, estúpida guerra, atendemos a todo lo que se dijo en los medios de comunicación durante esas fechas, encontraremos un montón de intervenciones destinadas a generar cambios de comportamiento y actitud hacia el gobierno de los municipios que lo permitieron y las asociaciones y entidades no gubernamentales de tal o cual afiliación ideológica y/o religiosa, junto con paralelismos desvalorizantes de movimientos sociales para ilustrar mensajes, cuñas entreveradas de intereses por parte de las facciones en conflicto y opiniones traídas de manera artificiosa para insistir en algo que rara vez tiene algo que ver.

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