martes, 1 de junio de 2010

Análisis de publicidad

Análisis objetivo:



El spot presenta a un joven en un país, que bien podríamos localizar en un país bañado por océano índico, donde la realidad socio-económico y el marco socio-cultural proponen un desarrollo menor que el de los países occidentales al que se dirige este anuncio, como es el caso de España.

El joven en cuestión “tunea” su viejo coche para hacerlo parecer un vehículo moderno de los propuestos por una marca comercial europea, para lo que trabaja día y noche en la plaza de la localidad, utilizando métodos poco ortodoxos que rayan el esperpento.

Finalmente, cuando ha terminado el trabajo, se pasea al volante del vehículo con sus colegas por las zonas de alterne, captando la atención de la gente, en especial de una chica.

La propuesta hace referencia a las ventajas de conducir un coche de la marca y modelo anunciados.


Análisis connotativo:

La idea de fondo está bastante trillada, aunque no por ello tiene menor valor: “si conduces este coche, tendrás éxito social”.

Esta idea, ya de por si manipuladora de las necesidades de los y las jóvenes, propone además una serie de valores implícitos en la sociedad capitalista, que inciden de manera poderosa en las relaciones interpersonales, así como en las relaciones de género.

Por un lado, mediante una situación humorística, un tanto esperpéntica, plantean lo que un joven, de un recóndito lugar del mundo, es capaz de hacer por conseguir “el vehículo de sus sueños”, los cuales han sido inducidos por un anuncio que aparece en una revista de tirada nacional, con el fin de que puedas reconocer exactamente el modelo original; el que brilla y no tiene la chapa arrugada. Por lo tanto, el mensaje se centra en lo fácil que lo tienes aquí, que, tan sólo tienes que dirigirte al concesionario, en vez de conseguir un elefante o soldar a las 3 de la mañana.

La visión etnocentrista que aporta de los deseos del joven extranjero, aporta una imagen distorsionada de los valores predominantes en otras culturas, dejando entrever el mensaje de que “ellos desean lo que nosotros tenemos”, de manera que puede generar una sensación de recelo ante el fenómeno de la inmigración, simplificando el análisis de dicha circunstancia, y alimentar, así, actitudes xenófobas.

Por si esto fuera poco, refleja la fantasía de que si te paseas en un P206, las chicas más guapas de los garitos se fijarán en ti, lo cual no sólo es una falsa expectativa, sino que trata de materialistas y superfluas a las jóvenes, que se van a fijar en él tan sólo por conducir un coche. Pensamiento presente entre un buen número de adolescentes y jóvenes con los que trabajo y he trabajado en Villaverde y otros distritos y municipios de Madrid.

Además, en este mensaje se potencia el falso anhelo de ser en función de tus posesiones, tan necesario para impulsar la sociedad de consumo, generando entre los jóvenes la ansiedad de tener un coche que supondrá un coste en su vida y que realmente en la mayoría de los casos no necesita, privándole en no pocas ocasiones de cuestiones más importantes para su desarrollo como la autonomía de la emancipación: “Si pago la letra del coche no puedo mantenerme, así que me quedo en casa de mama y les hago la vida imposible”.

Igualmente, en el tratamiento de la figura femenina se reproduce enmascaradamente valores como el machismo y la competitividad social, dando a entender que ellas están ahí, con otros, esperando a que las deslumbremos, por lo que debemos de pavonearnos y desplegar nuestras plumas para el cortejo. ¡Muy Fuerte!

En este sentido, debido a mi experiencia en el trabajo con jóvenes, considero que mandar este tipo de mensajes refuerza determinados efectos perversos de la sociedad de consumo. Para muestra, un botón:

Durante los años 2008 y 2009 coordiné un equipo de educadores/as de calle en la mancomunidad SS. SS. del Suroeste. Se trataba de un total de 5 educadoras y otros tantos educadores repartidos en parejas por los municipios de Griñón, Moraleja de Enmedio, Arroyomolinos, Batres, Casarrubuelos, Cubas de la Sagra, Serranillos del Valle, Humanes de Madrid, Torrejón de la Calzada y Torrejón de Velasco . Durante el análisis de la realidad pudimos comprobar que una de las situaciones de riesgo más repetidas en todos lo municipios, y especialmente en los que estaban peor comunicados es una “instrumentalización de las relaciones afetivo-sexuales” por parte de las chicas adolescentes, que utilizaban como criterio de selección la posibilidad de disponer de un vehículo para aumentar su movilidad, lo que era aprovechado por los chicos mayores, con coche. Esto provocaba que todo chico adolescente estuviera deseando tener 18 años para poder conducir un coche y ser elegido. Puede parecer difícil de creer, pero eso es lo que pasa en esa y otras zonas, y está siendo alimentado por este tipo de mensajes, que “normaliza” ambas conductas.

Por último, el proceso de tranformación del coche, hace un guiño a la cultura del tunning, tan de moda entre los jóvenes a los que va dirigido este anuncio, los mismos de los que hablaba en el párrafo anterior y entre los que más triunfa la idea de vincular la posesión de un coche con el éxito social.

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